En el Niño que nace en Belén, celebramos el valor sagrado de la Vida

3° Día: “Contemplamos la primera manifestación de Jesús, aún no nacido”

En el seno materno Jesús embrión está en constante movimiento. Ya tiene su propia sangre, separada de la de su madre pero íntimamente unidas en un torrente de vida y amor que se unen. María experimenta en los cambios de su cuerpo la fuerza de la Vida Divina que habita en ella y que la impulsa a salir y anunciar la Buena Noticia de Dios vivo. Ambos, Jesús en María y María con Jesús, translucen la presencia divina que Isabel reconoce y abraza y su hijo, aún no nacido, percibe y celebra. La manifestación de Jesús desde el seno materno, como la llegada de cada niño a la vida, es expresión viva del amor de Dios que se irradia a todos los hombres,

Nos ilumina la Palabra de Dios: “Apenas, Isabel oyó el saludo de María, el  niño saltó de alegría en su seno” (Lc 1,41)

Nos enseña la Iglesia: “ El valor de la persona desde su concepción es celebrado más vivamente aún en el encuentro entre la Virgen María e Isabel, y entre los dos niños que llevan en su seno. Son precisamente ellos, los niños (aún no nacidos) quienes revelan la llegada de la era mesiánica” (EV 45)

Para que recemos en el día de hoy:
- Que sepamos reconocer en cada hermano nuestro la presencia de Dios
Vivo.
- Que estemos prontos como María, tu Madre, a ser portadores de tu amor
y salir al encuentro de toda madre embarazada que, en su dificultad, no puede reconocer el valor de la vida de su hijo.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria

Oración:
Jesús, Dios hecho Hombre en el seno purísimo de María Virgen, que en esta Navidad nos regalas nuevamente tu Vida, haz que todos los que creemos en Ti descubramos el valor sagrado de toda vida humana desde que es concebida y sepamos vivir y anunciar con la tierna firmeza del amor tu Evangelio de la Vida a todos los hombres. Te lo pedimos a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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