El mes de octubre es un mes eminentemente misionero y sacricordiano... dejemos que sea el Espíritu de Dios quien nos vaya animando y vaya derramando sobre nosotros su Misericordia y Amor para poder ser nosotros también, a ejemplo de San Cayetano Errico, apóstoles de la Misericordia.
El 2 y 3 de octubre fue la 36° peregrinación juvenil a pie a Luján. Niños, jóvenes y adultos caminamos hasta los brazos de nuestra Madre de Luján, pidiéndole que nos ayude a construir "una patria para todos". Necesitamos ser artífices, protagonistas, de nuestra historia. No es que queramos desentendernos de nuestro compromiso concreto y cotidiano en la construcción de nuestra nación, sino que por el contrario, sabemos que son nuestras manos las que deben trabajar para que ya no haya excluidos en la Mesa del Reino. Pero queremos ponernos bajo la mirada, bajo el manto de nuestra Madre, presentarle a ella nuestras fragilidades, nuestros dolores, nuestras vidas, para que sea ella quien nos cuide y nos ayude y enseñe a caminar como comunidad, como familia.
Gracias Madrecita de Luján por seguir caminando a nuestro lado, gracias por seguir abrazándonos.
1 comentario:
¡Buenísimo! Me contaron muchas cosas lindas de la peregrinación =)
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